sábado, 30 de mayo de 2009

Cambios Demográficos en España


Distribución de la densidad de Población española


El mapa temático coroplético objeto de comentario representa la población relativa o densidad de población d las provincias d España en 2004 en habitantes por km². En él se nos da una idea del desigual reparto q d la población se da en el país. Con una densidad d población relativa de 85,5 hab./km² en ese año.

La densidad d población española ha crecido considerablemente en la última década al mismo ritmo q se produce el aumento d la población absoluta dl país. D 80 hab./km² en 2000, se pasó a 88 en 2005. Este aumento en los últimos años se debe al leve crecimiento natural de la población, pero fundamentalmente a la inmigración extranjera.

Aún así, España mantiene valores de la densidad media inferiores a los d los grandes estados d la UE. En contraste con países próximos, España ha sido históricamente un país poco poblado, incluso Portugal tiene valores superiores. Esto es debido a que en el país el fenómeno de la emigración fue muy importante. En el siglo XX la tendencia se agravó. La industrialización y particularmente el desarrollo turístico d los años sesenta y siguientes potenciaron flujos migratorios de población dl interior y regiones pobres d la periferia hacia la España urbano-industrial y/o turística. Canarias, pese a tener saldos migratorios hasta los setenta claramente negativos, mantuvo alta su densidad d población, q incluso se acrecentó gracias a q la transición demográfica fue más tardía q en otros territorios.

Hoy en día, el país presenta una distribución d la población muy poco uniforme. Junto a regiones y provincias densamente pobladas como Madrid, Bcna, Levante, Costa Vasca y Canarias, coexisten otras áreas d muy baja densidad como las Castillas, Aragón y Extremadura. Tmb la inmigración extranjera se ha concentrado en las regiones d economía más dinámica, ya con población relativa alta. La excepción la plantea el P. Vasco, poco afectado por la inmigración pero con densidad d población alta reforzada en el s XX con la atracción industrial. Podemos concluir q los movimientos migratorios recientes d base económica han tenido una influencia decisiva en la actual distribución geográfica d la población d España ya q han acrecentado el desequilibrio.

Como consecuencia d estos factores hoy podemos observar cómo la densidad d población es alta en las provincias periféricas e insulares a excepción d Lugo y Huelva. Casi todas estas provincias cuentan con ciudades portuarias relevantes y sus economías descansan en todas o algunas d estas actividades: comercio, industria, agricultura moderna d regadío y turismo. Con la excepción d Madrid, Valladolid y Zaragoza, casi todas las grandes ciudades españolas se sitúan en la costa o muy próximas.

El contraste lo representa la España interior. Salvo la aglomeración d Madrid y su cinturón industrial y las concentraciones urbanas e industriales d Zaragoza, Burgos, Valladolid, Álava, La Rioja y Navarra, las provincias dl interior peninsular presentan una densidades d población muy bajas, por debajo d los 50 hab./km². Se trata de regiones q han estado perdiendo población dsd hace décadas y con población actualmente muy envejecida, por lo cual es muy difícil q el despoblamiento se detenga.

La desigual distribución d la población en el territorio, tan acusada en España, genera bastantes problemas y ha sido un factor limitativo del desarrollo económico dl país en el ámbito d la proyección y la ejecución d la red d transporte terrestre, el diseño d una política d localización industrial q promueva el desarrollo dl país en su conjunto, racionalice la prestación d servicios públicos, etc.

La Red Urbana en España desde los 60

Actualmente España es un país en el q la mayoría d su población se concentra en ciudades (más de 80%). Esta tasa de urbanización es similar a la d los países d su nivel de desarrollo en Europa. Sin embargo, el proceso de urbanización ha sido más tardío y por tanto, más acelerado, asociado a la terciarización e industrialización del país.
En Canarias la tasa de urbanización es algo superior a la media de España.
TAMAÑO, FUNCIONES Y DISTRIBUCIÓN DE LAS CIUDADES ESPAÑOLAS
El número de ciudades en el país no es excesivo. Apenas 600 municipios españoles tienen más de 10000 habitantes. Hay muchos q son típicamente agrarios; tradicionalmente, en Cast-La Mancha, Extremadura, Murcia o Andalucía. También hay ciudades con actividad económica básicamente industrial y minera como algunas asturianas o vascas. No obstante, la mayoría de la población activa d las ciudades está encuadrada en el sector servicios, conforme a la tendencia d las sociedades postindustriales a la terciarización.
El desarrollo del transporte y la carestía d la vivienda en las grandes ciudades, obliga a los trabajadores a residir en ciudades periféricas d las áreas metropolitanas q se han convertido en “ciudades dormitorio”. Como Móstoles, Getafe o Alcorcón en Madrid; Cornellá, Badalona en Bcna.
La distribución de las ciudades españolas no es uniforme. El interior de la península, a excepción de las provincias de Madrid, Zaragoza y Valladolid, tiene unas tasas de urbanización inferiores a la media de España. Esta desigual distribución tiene su origen en el desigual dinamismo económico d la periferia, dond se ha concentrado la industrialización y el desarrollo turístico, frente al interior.
En Canarias los municipios urbanos tienen una actividad económica terciarizada dominante. Las capitales, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de G.C., cuentan con La Laguna y Telde respectivamente, que son ciudades q actúan como emplazamiento d actividades industriales, comerciales mayoristas y d residencia (dormitorio). Algunos municipios dl sur d Tenerife y G. Canaria cuentan con núcleos urbanos asociados a la actividad turística (Los Cristianos, Las Américas, Maspalomas, Playa del Inglés).

EL SISTEMA DE CIUDADES
El sistema español se organiza jerárquicamente, cada una d las ciudades cumple una serie d funciones y establece relaciones con las restantes del sistema. Según la importancia d cada una las podemos encuadrar en una d las siguientes categorías:
- Metrópolis nacionales o grandes áreas metropolitanas. Sólo Madrid y Barcelona. Son equiparables a las metrópolis más importantes d Europa. Se diferencian d las españolas restantes porq concentran las sedes d las grandes empresas, y poseen una fuerte diversificación económica y una poderosa red d transporte bien conectada a nivel mundial. Además tiene gran importancia la función administrativa d estas ciudades.
- Metrópolis regionales. Concentran entre 500000 y 1M d habitantes (Valencia, Sevilla, Bilbao…). Estas ciudades mantienen un flujo d relación económica importante con las dos metrópolis nacionales a través d una densa red d transporte (autopista, AVE) y tienen una fuerte influencia en su región. Las Palmas de G.C.-Telde y Sta. Cruz-La Laguna, por nº d habitantes, pueden encuadrarse en esta categoría. Su integración en la red española es menor, por la lejanía geográfica y por el carácter más internacionalizado d sus actividades económicas. Sí hay, en cambio, una importante interdependencia entre ambas.
- Submetrópolis regionales. Concentran entre 200000-300000 habitantes. Su nº es mayor y normalmente se integran en relación estrecha con metrópolis regionales. Por ejemplo, Córdoba y Granada en el sistema metropolitano andaluz d Sevilla y Málaga. Casos de interdependencia similar al d las dos capitales canarias podemos reconocerlo, a pequeña escala, entre Gijón-Oviedo y en La Coruña-Vigo-Santiago.
- Ciudades menores. Suelen ser capitales de provincia dl interior o ciudades orientadas a una actividad industrial concreta, de extracción minera o turística con conexiones relativamente débiles por la distancia con metrópolis o submetrópolis. Un ejemplo lo constituyen las capitales de Castilla Cast.-La Mancha en relación con Madrid, ahora más cercanas por la red d autopistas y el AVE. Similar situación se da en Canarias con las capitales de las islas periféricas en relación con las capitales provinciales, con conexiones cada vez más intensas a nivel marítimo o aéreo.

Como conclusión, el desarrollo presente y futuro d España y Canarias pasa por la planificación estratégica q se pueda desarrollar d la red d ciudades del país, favoreciendo la interconexión entre ellas y la apropiada diversificación d las actividades económicas entre ellas y en cada una d éstas. La Ley estatal de Grandes Ciudades, intenta atender desde la Administración, la realidad d estas concentraciones urbanas con características y problemas cada vez más cercanos a los propios d las metrópolis nacionales. Neil Mac Lean

PIRÁMIDES DE EDAD EN ESPAÑA 1960, 2001

En el documento gráfico objeto d comentario aparecen representadas a través d dos diagramas (pirámides d población) la estructura por grupos d edad y sexo d la población española en los años 1960 y 2001.

En 1960, España está en pleno proceso d transición demográfica, concretamente en la denominada “fase de rápido crecimiento”. Este comportamiento explica q la estructura por edades representada se corresponde a la típica d un población joven. La cohorte (grupo d edad) d 0 a 19 años, q ha nacido en la inmediata posguerra es numerosa. La amplitud dl tramo inferior d la pirámide es consecuencia d valores aún altos d tasas d fecundidad y natalidad (en torno al 20 %). La Dictadura d Franco promovió una política populista q perseguía fomentar la natalidad en el país. En esta fase d la transición demográfica, la tasa d natalidad se mantiene alta, pero la d mortalidad cae considerablemente tras la Guerra Civil.

Con motivo d la Guerra, hay un crecimiento coyuntural (mortalidad catastrófica) asociado a las muertes en el frente y por la represión. Esto se aprecia en un leve entrante del perfil en la cohorte (grupo d hombres) entre 45 y 54 años, el más afectado por la movilización militar d ese momento. Esa pérdida d población por la guerra tamb incide en la reducción d efectivos en el grupo d edad 20 a 24 años, niños q nacieron durante la guerra e inmediata posguerra.

En el grupo viejo tamb se aprecia un disimetría q se debe a la habitual sobremortalidad masculina q acarrea una esperanza d vida inferior a la d la mujer y a la fuerte emigración masculina a América d principios dl S XX.

La pirámide d población d 2001 dibuja una estructura d la población por grupos d edad diferente, la propia d una sociedad postindustrial envejecida q ya ha concluido su transición demográfica. En España la transición demográfica se realizó d forma más tardía q en los países desarrollados del entorno europeo. Desde los setenta cae la natalidad a niveles aproximados del 10%, a la vez q la mortalidad se mantiene en valores inferiores al 9% q si no se reducen es por el progresivo envejecimiento poblacional q aparece reflejado en la pirámide de 2001.

El perfil se mantiene simétrico en los grupos joven (0-19) y adulto (20-59). Ese equilibrio se rompe considerablemente en el grupo d viejos, mucho más engrosado con relación a la pirámide de 1969. El nº d mujeres es muy superior, y la proporción aumenta según se avanza en edad. Esto se debe a la mayor esperanza d vida d las mujeres, motivada en parte por razones d carácter biológico o por el estilo d vida d ambos sexos.

En cuanto a irregularidades en el perfil sólo es apreciable el entrante dl grupo d edad d 60 a 64 años q afecta a los dos sexos y tiene por causa la caída d la natalidad q se produjo en los años q duró la Guerra Civil.

PIRÁMIDES DE EDAD EN CANARIAS 1960, 2000

En el documento gráfico objeto de comentario aparecen representadas a través d dos diagramas (pirámides de población) la estructura por grupos de edad d la población d Canarias en los años 1960 y 2000.

En 1960 Canarias aún está en pleno proceso d transición demográfica, concretamente en la denominada “fase de rápido crecimiento”. Este comportamiento explica q la estructura por edades representada se corresponde a la típica d una población joven, más incluso q la correspondiente al conjunto d España en ese momento. La amplitud dl tramo inferior d la pirámide es consecuencia d valores aún altos d tasas d fecundidad y natalidad (superiores al 25%). La Dictadura de Franco promovió una política fatalista q perseguía fomentar la natalidad en el país. Esta política tuvo amplio eco en las Islas donde ya previamente había un modelo d familia con un nº elevado d hijos. En esta fase d la Transición demográfica, aún la tasa d natalidad se mantiene alta, pero la d mortalidad cae considerablemente tras la Guerra Civil.

Con motivo d la Guerra hay un crecimiento coyuntural (mortalidad catastrófica) asociado a las muertes en el frente y por la represión, pero tmb al hambre y a la reaparición d algunas enfermedades epidémicas. Esto se aprecia en un entrante del perfil en la cohorte (grupo d hombres) entre 40 y 44 años, el más afectado por la movilización militar d ese momento q en Canarias fue particularmente joven. Esa pérdida d población por la Guerra tmb incide en la reducción d los efectivos en el grupo d edad 15-24 años, niños q nacieron durante la guerra e inmediata posguerra. La recuperación d la natalidad y fecundidad es perceptible en las cohortes d edad inferiores, q en el caso d Canarias es más acusado q en el conjunto d España.

En el grupo viejo tmb se aprecia una disimetría debida a la sobremortalidad masculina q acarrea una esperanza d vida inferior a la d la mujer, y a la fuerte emigración masculina a América d principios dl S XX.

La pirámide d población d 2000 dibuja una estructura d la población por grupos d edad diferente, la propia d una sociedad en proceso d envejecimiento q acaba d concluir su transición demográfica. En Canarias la transición demográfica se realiza d forma más tardía q en el conjunto d España, y la caída final d la natalidad se posterga hasta finales d los setenta y ochenta. Por tanto, la población está menos envejecida, más aún en los últimos años con la llegada d población joven inmigrante. Este fenómeno todavía se apunta tímidamente debido a q la inmigración extranjera en Canarias es un fenómeno muy reciente.
Se observa una estructura d población afectada por un intenso proceso d reducción d la natalidad en los últimos veinticinco años y con valores d mortalidad bajos.

La tasa d mortalidad baja afecta a q en el grupo d viejos se alarguen las cohortes comprendidas entre los 65-69 años en adelante. En este grupo aparecen las mayores disimetrías debido a una mayor esperanza d vida d las mujeres en relación con los hombres. Esta disimetría se compensa con otras menores en los grupos adulto y joven, d manera q en el total d la población el nº d hombres y d mujeres es muy similar y, por tanto, la pirámide es simétrica.
En su perfil no se aprecia huella de ningún hecho demográfico relevante toda vez q los efectos cíclicos d la Guerra Civil se han diluido en el tiempo.

LOS CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA DESDE LOS 80

España y Canarias han experimentado cambios profundos en el último cuarto de siglo en su dinámica natural y estructura demográfica. Unos cambios propios d una sociedad q ya ha superado su transición demográfica. Son fruto de transformaciones económicas y políticas, e inciden en cambios sociales y culturales profundos.

DINÁMICA NATURAL
Las fases finales d retroceso dl crecimiento natural y estancamiento demográfico se han vivido en España y Canarias con cierto retraso en relación con otros países. Hoy España cuenta con una tasa d natalidad d las más bajas del mundo (10%), con un leve repunte en los últimos años debido a la inmigración.
Más cambios se han producido en el ámbito d la fecundidad, no tanto en la general (tendencia al descenso), sino en la distribución por tramos d edad. Aumenta la edad media d contraer matrimonio y las parejas suelen tener sus hijos más tarde y en menor número.
Canarias se sitúa a la cabeza d España en tasa d natalidad y fecundidad pero dentro d los valores propios d un régimen demográfico moderno. La edad media d la madre primeriza es, en Canarias, menor q el conjunto d España.
La tasa de mortalidad presenta valores propios de país desarrollado algo envejecido (9% aprox), 7% en Canarias porq su población está menos envejecida. Las causas actuales de muertes son la prolongación d la vida y los accidentes automovilísticos (jóvenes).
España es un país con crecimiento natural casi nulo. Mad, And, Murc y Can aún tienen crecimiento. Pero Galicia, Asturias, Cast-León, Aragón y Cant tienen tasas d decrecimiento natural.
Las políticas gubernamentales intentan potenciar la natalidad como mejor medio para relanzar el crecimiento vegetativo y evitar el envejecimiento d la población. Las posibilidades reales d cambios d tendencia en los comportamientos sociales en este campo son mínimas.

ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA
Aquí los cambios son importantes y afectan a diversas variables:
Por sexo, en España residen más mujeres q hombres. La causa es el aumento d la esperanza d vida, q en las mujeres es d 6 años superior q la d los hombres. Actualmente nacen más niños q niñas, pero ni siquiera la inmigración extranjera (con mayor proporción d hombres), permite un reequilibrio.
Por estructura de edad, el 17% d la población española tiene más d 65 años. Canarias tiene el índice d envejecimiento más bajo d España y también la tasa d población joven más alta.
Los efectos dl envejecimiento a medio y largo plazo son muy graves. La protección sanitaria y d prestaciones de jubilación queda comprometida d forma muy severa. Hoy la inmigración permite solucionar temporalmente ese problema q es estructural.
En el ámbito sociolaboral, se ha producido un crecimiento d la población activa en los últimos 10 años. Hoy es casi d 20 M d personas. Las causas del crecimiento han sido la incorporación generalizada d las mujeres jóvenes al mercado laboral y la bonanza económica d la última década. Con esto se ha logrado reducir el desempleo.
Las personas trabajan en proporción diferente por sectores d actividad: muy dominante el sector terciario, frente al estancamiento dl industrial y la drástica reducción dl primario. El desarrollo tmb produjo un aumento considerable dl número d trabajadores públicos (funcionarios).
Finalmente, en la formación, el analfabetismo está prácticamente erradicado y la enseñanza obligatoria se ha extendido hasta los 16 años. Hay 1,5 M d universitarios y ½ estudiantes alcanza una titulación d bachillerato o superior. No obstante, part d la población no se adapta a las necesidades d un mercado d trabajo q exige cada vez más competencia tecnológica y una mayor cualificación. Las empresas y el propio estado invierten cada vez más dinero en la formación laboral permanente (aprendizaje just in time).

Neil Mac Lean Gariboldi