sábado, 25 de febrero de 2012

La imprevisibilidad del community management



(PRÁCTICA Nº1 DEL CURSO SMCM DE LA UC3M)

Cada vez que en la historia se han producido cambios en los paradigmas establecidos ha habido unos capaces de aprovecharse de ellos y otros que se vieron superados por los mismos. La masificación del automóvil acabó con las compañías de tranvías en muchas grandes ciudades pero aumentó el poder de las empresas petroleras y de la industria del motor; la llegada del cine sonoro arruinó a muchos productores y frustró a actores especializados en cine mudo; o, algo más acá en el tiempo, la aparición de las redes sociales ha acabado por dejar obsoletos a aquellos programas que hace no mucho utilizábamos a diario, los llamados “Messengers” (el de Yahoo y el de MSN).

La tremenda velocidad de los cambios que se han producido en los modelos comunicativos durante la última década con el nacimiento de la Web 2.0 y de las redes sociales ha llevado a las grandes compañías a interesarse y a introducirse de lleno en el territorio virtual. De esta manera nació la figura del community manager (en castellano, responsable del marketing y la publicidad online).

Sin embargo, la velocidad de los flujos de información y la rapidez de los cambios en materia de nuevas tecnologías hace que debamos hablar de Internet como un ambiente volátil y muy difícil de controlar. Más aún para quienes persiguen obtener beneficios de las modas o los procesos comunicativos imperantes. Hoy podemos hablar del auge del community management, pero no es fácil aventurar cuánto durará esta tendencia o hacia dónde evolucionarán las estrategias de marketing online. No se puede afirmar que se trate de una mera moda o burbuja, pero sí se debe tener en cuenta que hablamos de algo que se sitúa dentro de una volatilidad informativa muy difícil de gestionar.

En el correcto aprovechamiento y orientación de la información obtenida de los clientes potenciales estará la clave del éxito del community manager.

sábado, 18 de febrero de 2012

MÉXICO, LA VIOLENCIA COMO REALIDAD

Los ciudadanos mexicanos han tenido que aprender a convivir durante los últimos años con una ola de violencia generalizada que roza la cotidianeidad. No hay día en que los medios de comunicación nacionales no bombardeen a los mexicanos con noticias sobre muertes, ajustes de cuentas o asesinatos de ciudadanos a manos de los cárteles del narcotráfico.

Esta situación de violencia extrema explotó a partir del año 2006 cuando el presidente Felipe Calderón llegó al poder e inició su particular guerra contra el crimen organizado. El Gobierno del Partido de Acción Nacional (PAN) llevó a cabo medidas de gran dureza y privilegió el papel de las Fuerzas Armadas para enfrentarse a los narcotraficantes. Sin embargo, las casi cuarenta y cinco mil muertes que se han producido en los últimos cinco años no parecen indicar que la cruzada de Calderón contra el narcotráfico esté mejorando una situación que se remonta a la década de los setenta[1]. Dados estos datos no parece sorprendente el hecho de que la inseguridad y la violencia se hayan convertido en el mayor tema de preocupación de los mexicanos.[2]

LAS FUERZAS POLICIALES, BAJO SOSPECHA

La corrupción del sistema ha llegado hasta tal punto que los ciudadanos ni siquiera pueden tener plena confianza en las fuerzas policiales ya que muchos de sus miembros están amenazados o actúan en consonancia con los cárteles. Prueba de ello fue la detención, el pasado 4 de octubre, de casi dos centenares de policías para ser investigados por presuntos vínculos con los cárteles de la droga.[3] De ellos, un total de 73 individuos fueron sometidos a prisión preventiva por presunta participación en delitos como secuestro, homicidio y espionaje de autoridades para el crimen; según informó el diario El Universal de México.[4]

Esta situación de desconfianza preocupa especialmente a las autoridades mexicanas debido a que puede ser una causa que provoque la aparición de grupos paramilitares que se tomen la justicia por su mano. El 21 de septiembre de este año 35 cadáveres fueron encontrados abandonados en una avenida principal de la ciudad de Veracruz con señales de haber sido torturados.[5] Todos los fallecidos estaban relacionados con el crimen organizado. El grupo Los Mata-Zetas se adjudicó la matanza a través de Internet, además de publicar una serie de vídeos en los que hablan de sí como “el brazo armado del pueblo” y se ponen como objetivo erradicar el grupo Los Zetas (una de las dos bandas de crimen organizado más importantes de México). [6] Se trata de una muestra del hartazgo de la población civil con respecto a la situación criminal que lleva años sin mejorar. Sólo en las dos semanas posteriores hasta 46 nuevos cuerpos fueron encontrados.

LA DURA SITUACIÓN DE LA LIBERTAD DE PRENSA

Además de los ciudadanos, los medios de comunicación se han transformado en los otros directos damnificados por la incesante violencia. Informar sobre los sucesos desde dentro de las fronteras mexicanas se ha convertido en materia muy arriesgada, numerosos periódicos y emisoras de radio mexicanas, en su mayoría de zonas fronterizas con EE.UU., han dejado de informar por miedo a convertirse en blanco de los miembros del cártel.

Los periodistas tanto internacionales como locales que desarrollan su labor en el país trabajan en una situación de alerta y amenazas, hasta 12 profesionales fueron asesinados en el año 2011 y la cifra asciende a 50 si contamos desde el año 2006. Unos números que podrían elevarse si tenemos en cuenta la cantidad de casos de periodistas desaparecidos que no han sido resueltos. Esta situación ha derivado en que México haya sido considerado por segundo año consecutivo como el país más peligroso del mundo para ejercer la profesión periodística.[1]

Los narcotraficantes intentan manipular el poder de la prensa a su antojo y con el fin de lograr sus propios objetivos. No sólo persiguen amedrentar a los periodistas para que no investiguen determinados casos de corrupción o soslayen ciertas informaciones, sino que también llegan en ocasiones a dar instrucciones o dejar mensajes en los cadáveres para que los medios publiquen lo que ellos desean. “Los narcos tienen una noción muy depurada de las relaciones públicas y se fijan mucho en el espacio que reciben sus crímenes. Es una dinámica muy peligrosa y muy delicada porque saben que una decapitación tendrá mayor despliegue que una balacera y nos lo hacen saber. Incluso dejan cadáveres en las calles con mensajes del tipo ‘publiquen esto”, según contaba el pasado 30 de octubre Javier Garza, director del periódico regional El Siglo de Torreón.[2] Diario cuyas instalaciones ya han sido atacadas en dos ocasiones por grupos armados.[3]

La alternativa que encuentran los ciudadanos mexicanos para mantenerse informados acerca de la situación de la seguridad está en Internet y en las redes sociales, donde hallan información a la que no podrían acceder por otros medios. No obstante, estos medios también pueden convertirse en armas de doble filo. Gilberto Martínez Vera y María de la Luz Bravo Pagola, ambos maestros de un colegio de Veracruz, fueron acusados de terrorismo y sabotaje por haber difundido a finales del mes de agosto falsos mensajes alarmantes a través de sus cuentas de Twitter con los que provocaron una verdadera psicosis en la ciudad.[4]La situación llegó a tal punto que el propio gobernador veracrucense, Javier Duarte de Ochoa, se vio obligado a intervenir para calmar a la población y desmentir las informaciones difundidas. Como consecuencia del caos generado a través de mensajes en redes sociales, un mes después el Congreso de Veracruz aprobó una reforma del Código Penal mexicano que tipifica como delito la perturbación del orden público y persigue, según palabras del gobernador Duarte, “castigar la intención perversa de alterar el orden, la falsedad de la información y la causación efectiva de una perturbación, de la cual dependerá la sanción a imponerse”.[5]

INCERTIDUMBRE ANTE UN FUTURO CAMBIO DE POLÍTICAS

La inefectividad de las medidas llevadas a cabo por Calderón para rebajar la violencia ha sido el elemento principal que ha provocado el desgaste de su Gobierno. El Partido de Acción Nacional goza de una impopularidad generalizada durante este último año de su mandato, una situación comparable a la vivida por el ex-presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, durante los últimos meses de su gobernanza. La debilidad del gobierno de Calderón se acentuó aún más con la muerte el 12 de noviembre del secretario de Gobernación mexicano, Francisco Blake Mora, tras desplomarse el helicóptero en el que viajaba. Más allá de que en su momento se barajaran diversas teorías, al final parece haberse concluido que no existen motivos para pensar que no se tratara de un accidente. La pérdida del que fuera su mano derecha durante los primeros años de legislatura, significa una dura prueba para Calderón en su último semestre en el poder.

La guerra contra el narcotráfico será, sin ninguna duda, un tema que marcará la campaña electoral que se iniciará en 2012. Algunas voces como la del ex presidente de México, Vicente Fox, ya han lanzado la idea de un giro en la política anti-narcotráfico con la posibilidad de iniciar una negociación directa con los cárteles. La mayor parte del pueblo mexicano no desaprobaría una medida de este tipo.

Los sondeos más recientes indican que las elecciones generales mexicanas del 1 de julio traerán la alternancia y darán como ganador al candidato del PRI (Partido Revolucionario Institucional), Enrique Peña Nieto, casi por inercia y sin necesidad de grandes propuestas. Esto significaría el regreso al poder de este partido doce años después. Queda por ver si la llegada del nuevo candidato a la presidencia supone la puesta en marcha de una política más efectiva en pos de atenuar la violenta situación que vive el país.


[1] “La historia mexicana con el narcotráfico se remonta a la década de los setenta, cuando grupos en el Estado de Sinaloa, en el noroeste del país, se hicieron con el control del negocio, parte del cual mantienen aún hoy día”. Del reportaje México se consolida como nuevo epicentro del tráfico de drogas, de María José González Rivas. El País, 5 de octubre de 2011.

[6] (Vídeo) Narcocomunicado de los Mata-Zetas http://www.youtube.com/watch?v=t3EyJuXzNWE

"Islam y democracia no son incompatibles"

INÉS ELÉXPURU, VOCAL DE LA FUNDACIÓN DE CULTURA ISLÁMICA.

La periodista defendió la lucha por la identidad cultural e intentó rebatir algunos tópicos en torno al Islam en una charla a alumnos de la Universidad Carlos III de Madrid.

“Islam como término se utiliza muchas veces de una manera indefinida y sin saber de qué se está hablando”, afirma Inéx Eléxpuru, licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Fundación de la Cultura Islámica. “Es necesario revisar el uso del término y desislamizar la realidad de muchos países de mayoría musulmana”. Eléxpuru argumentó que en esos estados existen “muchos musulmanes y árabes que defienden la laicidad de sus sistemas”. La periodista criticó la generalización que desde los medios se hace con respecto a los países de mayoría musulmana, a los que, por desconocimiento, se les llama países islámicos. Dicha generalización contribuye a que el público tienda a simplificar una cultura y unos conflictos de gran complejidad. “Los musulmanes no son sólo los árabes”, afirma mientras argumenta que la falta de rigor de los medios de comunicación ha contribuido a extender diversos tópicos en torno al Islam que nada tienen que ver con los principios de esta religión.

“El Islam no es incompatible con la democracia”, enuncia con rotundidad, y lo defiende yéndose a los inicios de la religión, “el propio Muhammad tenía un talante integrador y democrático”. Para ella, el hecho de que partidos políticos se consideren partidos islamistas o utilicen el islam con una connotación política “responde a recuperar o defender una identidad cultural que se ha visto muy amenazada desde la época del colonialismo”. Eléxpuru considera que “es absurdo temer al islamismo ya que éste tiene el mismo derecho a gobernar que cualquier otro”. Pone como ejemplo el caso de Turquía con el que, según ella, “se demuestra que hay partidos islamistas de corte demócrata que lo pueden hacer muy bien en el poder”.

Eléxpuru comenta que en el Islam “hay suficientes herramientas como para adaptarse a las circunstancias actuales, no se puede pensar igual hoy, que en el siglo VII”. Lo considera un sistema que “llama al aprendizaje y a la evolución”. Sin embargo, sí reconoce que existen unas autoridades religiosas de un carácter “muy reaccionario y que no permiten el progreso”, además de numerosas interpretaciones personales del Corán que favorecen el extremismo.

“Decir que el Islam es intolerante con las demás religiones es totalmente falso”. Comenta que el Corán establece que debe existir respeto y democracia con los demás pueblos, pero que “otra cosa son las políticas que se lleven a la práctica”. Cita aquí por primera vez el conflicto de Oriente Medio, “la corriente neoconservadora y neocolonialista que provocó esta crisis, ha hecho que gran parte de la población de países de mayoría musulmana se sienta amenazada”.

“El Corán nos habla de la guerra como defensa propia, lo que ha hecho que muchas organizaciones terroristas utilicen este pretexto manipulando las fuentes a su antojo”, opina Eléxpuru con respecto a los grupos yihadistas. No obstante, manifiesta que “visto lo que está pasando en la actualidad hay ciertas cosas que son legítimas y comprensibles”. La periodista considera una injusticia el que tanto EE.UU. como Israel se hayan “pasado por el forro todas las resoluciones de la ONU de los años 60”.

La Mujer no está más maltratada en la cultura islámica que en otras

Inés Eléxpuru se muestra de acuerdo en que, en general, la situación de la mujer en el mundo islámico no es buena, pero alega “¿es mucho mejor en Ciudad Juárez? ¿O entre los judíos ortodoxos y las comunidades gitanas? ¿O en Cuba con los altos índices de prostitución?” Critica sin mesura el hecho de que no se hable tanto de esas situaciones igual de deplorables y sí se le dé relevancia informativa a lo relacionado con la cultura islámica. Para ella, “todo esto responde a una estrategia muy bien articulada que data de los años 60 y viene de algunos neoconservadores estadounidenses e israelíes, que tiene como objetivo desacreditar y cargarse el mundo de mayoría musulmana”.

No obstante, sí reconoce que algunas prácticas facilitan que se tenga esta visión con ejemplos como las lapidaciones en Nigeria o ejecuciones en Irán. Pero insiste en que son unos pocos los países en los que se producen estas situaciones y que no debe establecerse una generalización.

En este aspecto, dice “la cultura occidental tampoco puede considerarse un ejemplo para el mundo”, para ella aquí se tiende a juzgar todo desde nuestros parámetros que no siempre son demasiado buenos. “Aqui hay muy poca moral, hay adulterio, hay divorcios, hay muy poquito equilibrio y felicidad en la vida de las parejas en general”. No le parece correcto que una persona de Occidente vaya a decirles a las mujeres musulmanas que se quiten el velo, porque a lo mejor para ellas eso es una defensa de su identidad cultural o una reivindicación del feminismo islámico. “Es mejor ponerse el velo en lugar de ponerse varios kilos de silicona”.

"Los terroristas tienen intención pero no capacidad para utilizar armas de destrucción masiva"

RENÉ PITA ES PROFESOR DEL DEPARTAMENTO DE DEFENSA QUÍMICA DE LA ESCUELA MILITAR DE DEFENSA NBQ (NUCLEAR, BIOLÓGICO Y QUÍMICO)

El especialista disertó en la Universidad Carlos III sobre la amenaza del terrorismo y la labor de la defensa en el ámbito nuclear, químico y biológico.


“Los terroristas yihadistas están interesados en el armamento NBQ (Nuclear, Biológico y Químico)”. Al menos, esto es lo que asegura René Pita, licenciado en farmacia y doctor en Toxicología por la Universidad Complutense de Madrid, que actualmente trabaja como profesor del departamento de Defensa Química de la Escuela Militar de Defensa NBQ. Para él, esta circunstancia resulta lógica y es fácilmente demostrable si tenemos en cuenta las actuaciones de los grupos terroristas, “cuando se ha actuado contra células e individuos relacionados con el terrorismo yihadista se han encontrado manuales, libretas y papeles con notas informativas sobre materiales y agentes NBQ”, afirma.

Este tipo de armas se consideran armas de destrucción masiva debido a que mal utilizadas pueden provocar un gran número de víctimas. Pita comenta que “si los ideólogos del movimiento yihadista consideran que su uso puede tener algún beneficio, su utilización queda autorizada y justificada para ellos”. Si lo que persiguen estos grupos de individuos es matar a un elevado número de personas, parece obvio pensar que esta herramienta puede ayudar en sus objetivos. Sin embargo, para el especialista “lo que ha fallado hasta ahora ha sido la capacidad de los terroristas para crear armas NBQ”.

“Hay que desmitificar la idea de que cualquiera puede fabricar un arma NBQ en el sótano de su casa”. Pita critica que, a veces, esto es algo utilizado por los medios de comunicación o incluso por algunos mal llamados expertos para llamar la atención. “No es tan sencillo fabricar un arma de este tipo” afirma rotundamente, lo que sí reconoce como algo más factible es la fabricación de artefactos explosivos caseros si se cuenta con manuales adecuados. “Explotar las cualidades explosivas de una sustancia química es mucho más sencillo que explotar sus cualidades tóxicas”, explica.

Vistas las dificultades de los terroristas para la fabricación de armas NBQ, ¿de qué otra manera podrían obtenerlas? René Pita cita tres: a través del mercado negro, según él, muy controlado por los servicios de inteligencia; con la ayuda de patrocinadores, se han dado casos en que los propios estados suministran armas a grupos terroristas que se hallan dentro de sus fronteras; o a través de los denominados insiders. Estos últimos son de los que más preocupan en materia de seguridad. “Se trata de individuos que debido a su trabajo tienen acceso a sustancias químicas peligrosas o a agentes de tipo biológico”, define Pita, quien afirma que Al Qaeda ha intentado acceder a armas biológicas a través de estos insiders.

A pesar de las dificultades, para el profesor “lo preocupante es que los terroristas están trabajando activamente para acceder a armas NBQ”. Según él, el que tengan éxito no es imposible pero sí poco probable, “hay una serie de factores que hace que vayan aumentando las probabilidades”, asegura Pita. No obstante, esas posibilidades siguen siendo bajas, “esto significa que están funcionando las medidas de protección tomadas”, concluye.