
sábado, 30 de mayo de 2009
Distribución de la densidad de Población española
El mapa temático coroplético objeto de comentario representa la población relativa o densidad de población d las provincias d España en 2004 en habitantes por km². En él se nos da una idea del desigual reparto q d la población se da en el país. Con una densidad d población relativa de 85,5 hab./km² en ese año.
La densidad d población española ha crecido considerablemente en la última década al mismo ritmo q se produce el aumento d la población absoluta dl país. D 80 hab./km² en 2000, se pasó a 88 en 2005. Este aumento en los últimos años se debe al leve crecimiento natural de la población, pero fundamentalmente a la inmigración extranjera.
Aún así, España mantiene valores de la densidad media inferiores a los d los grandes estados d la UE. En contraste con países próximos, España ha sido históricamente un país poco poblado, incluso Portugal tiene valores superiores. Esto es debido a que en el país el fenómeno de la emigración fue muy importante. En el siglo XX la tendencia se agravó. La industrialización y particularmente el desarrollo turístico d los años sesenta y siguientes potenciaron flujos migratorios de población dl interior y regiones pobres d la periferia hacia la España urbano-industrial y/o turística. Canarias, pese a tener saldos migratorios hasta los setenta claramente negativos, mantuvo alta su densidad d población, q incluso se acrecentó gracias a q la transición demográfica fue más tardía q en otros territorios.
Hoy en día, el país presenta una distribución d la población muy poco uniforme. Junto a regiones y provincias densamente pobladas como Madrid, Bcna, Levante, Costa Vasca y Canarias, coexisten otras áreas d muy baja densidad como las Castillas, Aragón y Extremadura. Tmb la inmigración extranjera se ha concentrado en las regiones d economía más dinámica, ya con población relativa alta. La excepción la plantea el P. Vasco, poco afectado por la inmigración pero con densidad d población alta reforzada en el s XX con la atracción industrial. Podemos concluir q los movimientos migratorios recientes d base económica han tenido una influencia decisiva en la actual distribución geográfica d la población d España ya q han acrecentado el desequilibrio.
Como consecuencia d estos factores hoy podemos observar cómo la densidad d población es alta en las provincias periféricas e insulares a excepción d Lugo y Huelva. Casi todas estas provincias cuentan con ciudades portuarias relevantes y sus economías descansan en todas o algunas d estas actividades: comercio, industria, agricultura moderna d regadío y turismo. Con la excepción d Madrid, Valladolid y Zaragoza, casi todas las grandes ciudades españolas se sitúan en la costa o muy próximas.
El contraste lo representa la España interior. Salvo la aglomeración d Madrid y su cinturón industrial y las concentraciones urbanas e industriales d Zaragoza, Burgos, Valladolid, Álava, La Rioja y Navarra, las provincias dl interior peninsular presentan una densidades d población muy bajas, por debajo d los 50 hab./km². Se trata de regiones q han estado perdiendo población dsd hace décadas y con población actualmente muy envejecida, por lo cual es muy difícil q el despoblamiento se detenga.
La desigual distribución d la población en el territorio, tan acusada en España, genera bastantes problemas y ha sido un factor limitativo del desarrollo económico dl país en el ámbito d la proyección y la ejecución d la red d transporte terrestre, el diseño d una política d localización industrial q promueva el desarrollo dl país en su conjunto, racionalice la prestación d servicios públicos, etc.
La Red Urbana en España desde los 60
Actualmente España es un país en el q la mayoría d su población se concentra en ciudades (más de 80%). Esta tasa de urbanización es similar a la d los países d su nivel de desarrollo en Europa. Sin embargo, el proceso de urbanización ha sido más tardío y por tanto, más acelerado, asociado a la terciarización e industrialización del país.
En Canarias la tasa de urbanización es algo superior a la media de España.
En Canarias la tasa de urbanización es algo superior a la media de España.
TAMAÑO, FUNCIONES Y DISTRIBUCIÓN DE LAS CIUDADES ESPAÑOLAS
El número de ciudades en el país no es excesivo. Apenas 600 municipios españoles tienen más de 10000 habitantes. Hay muchos q son típicamente agrarios; tradicionalmente, en Cast-La Mancha, Extremadura, Murcia o Andalucía. También hay ciudades con actividad económica básicamente industrial y minera como algunas asturianas o vascas. No obstante, la mayoría de la población activa d las ciudades está encuadrada en el sector servicios, conforme a la tendencia d las sociedades postindustriales a la terciarización.
El desarrollo del transporte y la carestía d la vivienda en las grandes ciudades, obliga a los trabajadores a residir en ciudades periféricas d las áreas metropolitanas q se han convertido en “ciudades dormitorio”. Como Móstoles, Getafe o Alcorcón en Madrid; Cornellá, Badalona en Bcna.
La distribución de las ciudades españolas no es uniforme. El interior de la península, a excepción de las provincias de Madrid, Zaragoza y Valladolid, tiene unas tasas de urbanización inferiores a la media de España. Esta desigual distribución tiene su origen en el desigual dinamismo económico d la periferia, dond se ha concentrado la industrialización y el desarrollo turístico, frente al interior.
En Canarias los municipios urbanos tienen una actividad económica terciarizada dominante. Las capitales, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de G.C., cuentan con La Laguna y Telde respectivamente, que son ciudades q actúan como emplazamiento d actividades industriales, comerciales mayoristas y d residencia (dormitorio). Algunos municipios dl sur d Tenerife y G. Canaria cuentan con núcleos urbanos asociados a la actividad turística (Los Cristianos, Las Américas, Maspalomas, Playa del Inglés).
El número de ciudades en el país no es excesivo. Apenas 600 municipios españoles tienen más de 10000 habitantes. Hay muchos q son típicamente agrarios; tradicionalmente, en Cast-La Mancha, Extremadura, Murcia o Andalucía. También hay ciudades con actividad económica básicamente industrial y minera como algunas asturianas o vascas. No obstante, la mayoría de la población activa d las ciudades está encuadrada en el sector servicios, conforme a la tendencia d las sociedades postindustriales a la terciarización.
El desarrollo del transporte y la carestía d la vivienda en las grandes ciudades, obliga a los trabajadores a residir en ciudades periféricas d las áreas metropolitanas q se han convertido en “ciudades dormitorio”. Como Móstoles, Getafe o Alcorcón en Madrid; Cornellá, Badalona en Bcna.
La distribución de las ciudades españolas no es uniforme. El interior de la península, a excepción de las provincias de Madrid, Zaragoza y Valladolid, tiene unas tasas de urbanización inferiores a la media de España. Esta desigual distribución tiene su origen en el desigual dinamismo económico d la periferia, dond se ha concentrado la industrialización y el desarrollo turístico, frente al interior.
En Canarias los municipios urbanos tienen una actividad económica terciarizada dominante. Las capitales, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de G.C., cuentan con La Laguna y Telde respectivamente, que son ciudades q actúan como emplazamiento d actividades industriales, comerciales mayoristas y d residencia (dormitorio). Algunos municipios dl sur d Tenerife y G. Canaria cuentan con núcleos urbanos asociados a la actividad turística (Los Cristianos, Las Américas, Maspalomas, Playa del Inglés).
EL SISTEMA DE CIUDADES
El sistema español se organiza jerárquicamente, cada una d las ciudades cumple una serie d funciones y establece relaciones con las restantes del sistema. Según la importancia d cada una las podemos encuadrar en una d las siguientes categorías:
- Metrópolis nacionales o grandes áreas metropolitanas. Sólo Madrid y Barcelona. Son equiparables a las metrópolis más importantes d Europa. Se diferencian d las españolas restantes porq concentran las sedes d las grandes empresas, y poseen una fuerte diversificación económica y una poderosa red d transporte bien conectada a nivel mundial. Además tiene gran importancia la función administrativa d estas ciudades.
- Metrópolis regionales. Concentran entre 500000 y 1M d habitantes (Valencia, Sevilla, Bilbao…). Estas ciudades mantienen un flujo d relación económica importante con las dos metrópolis nacionales a través d una densa red d transporte (autopista, AVE) y tienen una fuerte influencia en su región. Las Palmas de G.C.-Telde y Sta. Cruz-La Laguna, por nº d habitantes, pueden encuadrarse en esta categoría. Su integración en la red española es menor, por la lejanía geográfica y por el carácter más internacionalizado d sus actividades económicas. Sí hay, en cambio, una importante interdependencia entre ambas.
- Submetrópolis regionales. Concentran entre 200000-300000 habitantes. Su nº es mayor y normalmente se integran en relación estrecha con metrópolis regionales. Por ejemplo, Córdoba y Granada en el sistema metropolitano andaluz d Sevilla y Málaga. Casos de interdependencia similar al d las dos capitales canarias podemos reconocerlo, a pequeña escala, entre Gijón-Oviedo y en La Coruña-Vigo-Santiago.
- Ciudades menores. Suelen ser capitales de provincia dl interior o ciudades orientadas a una actividad industrial concreta, de extracción minera o turística con conexiones relativamente débiles por la distancia con metrópolis o submetrópolis. Un ejemplo lo constituyen las capitales de Castilla Cast.-La Mancha en relación con Madrid, ahora más cercanas por la red d autopistas y el AVE. Similar situación se da en Canarias con las capitales de las islas periféricas en relación con las capitales provinciales, con conexiones cada vez más intensas a nivel marítimo o aéreo.
Como conclusión, el desarrollo presente y futuro d España y Canarias pasa por la planificación estratégica q se pueda desarrollar d la red d ciudades del país, favoreciendo la interconexión entre ellas y la apropiada diversificación d las actividades económicas entre ellas y en cada una d éstas. La Ley estatal de Grandes Ciudades, intenta atender desde la Administración, la realidad d estas concentraciones urbanas con características y problemas cada vez más cercanos a los propios d las metrópolis nacionales. Neil Mac Lean
PIRÁMIDES DE EDAD EN ESPAÑA 1960, 2001
En el documento gráfico objeto d comentario aparecen representadas a través d dos diagramas (pirámides d población) la estructura por grupos d edad y sexo d la población española en los años 1960 y 2001.
En 1960, España está en pleno proceso d transición demográfica, concretamente en la denominada “fase de rápido crecimiento”. Este comportamiento explica q la estructura por edades representada se corresponde a la típica d un población joven. La cohorte (grupo d edad) d 0 a 19 años, q ha nacido en la inmediata posguerra es numerosa. La amplitud dl tramo inferior d la pirámide es consecuencia d valores aún altos d tasas d fecundidad y natalidad (en torno al 20 %). La Dictadura d Franco promovió una política populista q perseguía fomentar la natalidad en el país. En esta fase d la transición demográfica, la tasa d natalidad se mantiene alta, pero la d mortalidad cae considerablemente tras la Guerra Civil.
Con motivo d la Guerra, hay un crecimiento coyuntural (mortalidad catastrófica) asociado a las muertes en el frente y por la represión. Esto se aprecia en un leve entrante del perfil en la cohorte (grupo d hombres) entre 45 y 54 años, el más afectado por la movilización militar d ese momento. Esa pérdida d población por la guerra tamb incide en la reducción d efectivos en el grupo d edad 20 a 24 años, niños q nacieron durante la guerra e inmediata posguerra.
En el grupo viejo tamb se aprecia un disimetría q se debe a la habitual sobremortalidad masculina q acarrea una esperanza d vida inferior a la d la mujer y a la fuerte emigración masculina a América d principios dl S XX.
La pirámide d población d 2001 dibuja una estructura d la población por grupos d edad diferente, la propia d una sociedad postindustrial envejecida q ya ha concluido su transición demográfica. En España la transición demográfica se realizó d forma más tardía q en los países desarrollados del entorno europeo. Desde los setenta cae la natalidad a niveles aproximados del 10%, a la vez q la mortalidad se mantiene en valores inferiores al 9% q si no se reducen es por el progresivo envejecimiento poblacional q aparece reflejado en la pirámide de 2001.
El perfil se mantiene simétrico en los grupos joven (0-19) y adulto (20-59). Ese equilibrio se rompe considerablemente en el grupo d viejos, mucho más engrosado con relación a la pirámide de 1969. El nº d mujeres es muy superior, y la proporción aumenta según se avanza en edad. Esto se debe a la mayor esperanza d vida d las mujeres, motivada en parte por razones d carácter biológico o por el estilo d vida d ambos sexos.
En cuanto a irregularidades en el perfil sólo es apreciable el entrante dl grupo d edad d 60 a 64 años q afecta a los dos sexos y tiene por causa la caída d la natalidad q se produjo en los años q duró la Guerra Civil.
En 1960, España está en pleno proceso d transición demográfica, concretamente en la denominada “fase de rápido crecimiento”. Este comportamiento explica q la estructura por edades representada se corresponde a la típica d un población joven. La cohorte (grupo d edad) d 0 a 19 años, q ha nacido en la inmediata posguerra es numerosa. La amplitud dl tramo inferior d la pirámide es consecuencia d valores aún altos d tasas d fecundidad y natalidad (en torno al 20 %). La Dictadura d Franco promovió una política populista q perseguía fomentar la natalidad en el país. En esta fase d la transición demográfica, la tasa d natalidad se mantiene alta, pero la d mortalidad cae considerablemente tras la Guerra Civil.
Con motivo d la Guerra, hay un crecimiento coyuntural (mortalidad catastrófica) asociado a las muertes en el frente y por la represión. Esto se aprecia en un leve entrante del perfil en la cohorte (grupo d hombres) entre 45 y 54 años, el más afectado por la movilización militar d ese momento. Esa pérdida d población por la guerra tamb incide en la reducción d efectivos en el grupo d edad 20 a 24 años, niños q nacieron durante la guerra e inmediata posguerra.
En el grupo viejo tamb se aprecia un disimetría q se debe a la habitual sobremortalidad masculina q acarrea una esperanza d vida inferior a la d la mujer y a la fuerte emigración masculina a América d principios dl S XX.
La pirámide d población d 2001 dibuja una estructura d la población por grupos d edad diferente, la propia d una sociedad postindustrial envejecida q ya ha concluido su transición demográfica. En España la transición demográfica se realizó d forma más tardía q en los países desarrollados del entorno europeo. Desde los setenta cae la natalidad a niveles aproximados del 10%, a la vez q la mortalidad se mantiene en valores inferiores al 9% q si no se reducen es por el progresivo envejecimiento poblacional q aparece reflejado en la pirámide de 2001.
El perfil se mantiene simétrico en los grupos joven (0-19) y adulto (20-59). Ese equilibrio se rompe considerablemente en el grupo d viejos, mucho más engrosado con relación a la pirámide de 1969. El nº d mujeres es muy superior, y la proporción aumenta según se avanza en edad. Esto se debe a la mayor esperanza d vida d las mujeres, motivada en parte por razones d carácter biológico o por el estilo d vida d ambos sexos.
En cuanto a irregularidades en el perfil sólo es apreciable el entrante dl grupo d edad d 60 a 64 años q afecta a los dos sexos y tiene por causa la caída d la natalidad q se produjo en los años q duró la Guerra Civil.
PIRÁMIDES DE EDAD EN CANARIAS 1960, 2000
En el documento gráfico objeto de comentario aparecen representadas a través d dos diagramas (pirámides de población) la estructura por grupos de edad d la población d Canarias en los años 1960 y 2000.
En 1960 Canarias aún está en pleno proceso d transición demográfica, concretamente en la denominada “fase de rápido crecimiento”. Este comportamiento explica q la estructura por edades representada se corresponde a la típica d una población joven, más incluso q la correspondiente al conjunto d España en ese momento. La amplitud dl tramo inferior d la pirámide es consecuencia d valores aún altos d tasas d fecundidad y natalidad (superiores al 25%). La Dictadura de Franco promovió una política fatalista q perseguía fomentar la natalidad en el país. Esta política tuvo amplio eco en las Islas donde ya previamente había un modelo d familia con un nº elevado d hijos. En esta fase d la Transición demográfica, aún la tasa d natalidad se mantiene alta, pero la d mortalidad cae considerablemente tras la Guerra Civil.
Con motivo d la Guerra hay un crecimiento coyuntural (mortalidad catastrófica) asociado a las muertes en el frente y por la represión, pero tmb al hambre y a la reaparición d algunas enfermedades epidémicas. Esto se aprecia en un entrante del perfil en la cohorte (grupo d hombres) entre 40 y 44 años, el más afectado por la movilización militar d ese momento q en Canarias fue particularmente joven. Esa pérdida d población por la Guerra tmb incide en la reducción d los efectivos en el grupo d edad 15-24 años, niños q nacieron durante la guerra e inmediata posguerra. La recuperación d la natalidad y fecundidad es perceptible en las cohortes d edad inferiores, q en el caso d Canarias es más acusado q en el conjunto d España.
En el grupo viejo tmb se aprecia una disimetría debida a la sobremortalidad masculina q acarrea una esperanza d vida inferior a la d la mujer, y a la fuerte emigración masculina a América d principios dl S XX.
La pirámide d población d 2000 dibuja una estructura d la población por grupos d edad diferente, la propia d una sociedad en proceso d envejecimiento q acaba d concluir su transición demográfica. En Canarias la transición demográfica se realiza d forma más tardía q en el conjunto d España, y la caída final d la natalidad se posterga hasta finales d los setenta y ochenta. Por tanto, la población está menos envejecida, más aún en los últimos años con la llegada d población joven inmigrante. Este fenómeno todavía se apunta tímidamente debido a q la inmigración extranjera en Canarias es un fenómeno muy reciente.
Se observa una estructura d población afectada por un intenso proceso d reducción d la natalidad en los últimos veinticinco años y con valores d mortalidad bajos.
La tasa d mortalidad baja afecta a q en el grupo d viejos se alarguen las cohortes comprendidas entre los 65-69 años en adelante. En este grupo aparecen las mayores disimetrías debido a una mayor esperanza d vida d las mujeres en relación con los hombres. Esta disimetría se compensa con otras menores en los grupos adulto y joven, d manera q en el total d la población el nº d hombres y d mujeres es muy similar y, por tanto, la pirámide es simétrica.
En su perfil no se aprecia huella de ningún hecho demográfico relevante toda vez q los efectos cíclicos d la Guerra Civil se han diluido en el tiempo.
En 1960 Canarias aún está en pleno proceso d transición demográfica, concretamente en la denominada “fase de rápido crecimiento”. Este comportamiento explica q la estructura por edades representada se corresponde a la típica d una población joven, más incluso q la correspondiente al conjunto d España en ese momento. La amplitud dl tramo inferior d la pirámide es consecuencia d valores aún altos d tasas d fecundidad y natalidad (superiores al 25%). La Dictadura de Franco promovió una política fatalista q perseguía fomentar la natalidad en el país. Esta política tuvo amplio eco en las Islas donde ya previamente había un modelo d familia con un nº elevado d hijos. En esta fase d la Transición demográfica, aún la tasa d natalidad se mantiene alta, pero la d mortalidad cae considerablemente tras la Guerra Civil.
Con motivo d la Guerra hay un crecimiento coyuntural (mortalidad catastrófica) asociado a las muertes en el frente y por la represión, pero tmb al hambre y a la reaparición d algunas enfermedades epidémicas. Esto se aprecia en un entrante del perfil en la cohorte (grupo d hombres) entre 40 y 44 años, el más afectado por la movilización militar d ese momento q en Canarias fue particularmente joven. Esa pérdida d población por la Guerra tmb incide en la reducción d los efectivos en el grupo d edad 15-24 años, niños q nacieron durante la guerra e inmediata posguerra. La recuperación d la natalidad y fecundidad es perceptible en las cohortes d edad inferiores, q en el caso d Canarias es más acusado q en el conjunto d España.
En el grupo viejo tmb se aprecia una disimetría debida a la sobremortalidad masculina q acarrea una esperanza d vida inferior a la d la mujer, y a la fuerte emigración masculina a América d principios dl S XX.
La pirámide d población d 2000 dibuja una estructura d la población por grupos d edad diferente, la propia d una sociedad en proceso d envejecimiento q acaba d concluir su transición demográfica. En Canarias la transición demográfica se realiza d forma más tardía q en el conjunto d España, y la caída final d la natalidad se posterga hasta finales d los setenta y ochenta. Por tanto, la población está menos envejecida, más aún en los últimos años con la llegada d población joven inmigrante. Este fenómeno todavía se apunta tímidamente debido a q la inmigración extranjera en Canarias es un fenómeno muy reciente.
Se observa una estructura d población afectada por un intenso proceso d reducción d la natalidad en los últimos veinticinco años y con valores d mortalidad bajos.
La tasa d mortalidad baja afecta a q en el grupo d viejos se alarguen las cohortes comprendidas entre los 65-69 años en adelante. En este grupo aparecen las mayores disimetrías debido a una mayor esperanza d vida d las mujeres en relación con los hombres. Esta disimetría se compensa con otras menores en los grupos adulto y joven, d manera q en el total d la población el nº d hombres y d mujeres es muy similar y, por tanto, la pirámide es simétrica.
En su perfil no se aprecia huella de ningún hecho demográfico relevante toda vez q los efectos cíclicos d la Guerra Civil se han diluido en el tiempo.
LOS CAMBIOS DEMOGRÁFICOS EN ESPAÑA DESDE LOS 80
España y Canarias han experimentado cambios profundos en el último cuarto de siglo en su dinámica natural y estructura demográfica. Unos cambios propios d una sociedad q ya ha superado su transición demográfica. Son fruto de transformaciones económicas y políticas, e inciden en cambios sociales y culturales profundos.
DINÁMICA NATURAL
Las fases finales d retroceso dl crecimiento natural y estancamiento demográfico se han vivido en España y Canarias con cierto retraso en relación con otros países. Hoy España cuenta con una tasa d natalidad d las más bajas del mundo (10%), con un leve repunte en los últimos años debido a la inmigración.
Más cambios se han producido en el ámbito d la fecundidad, no tanto en la general (tendencia al descenso), sino en la distribución por tramos d edad. Aumenta la edad media d contraer matrimonio y las parejas suelen tener sus hijos más tarde y en menor número.
Canarias se sitúa a la cabeza d España en tasa d natalidad y fecundidad pero dentro d los valores propios d un régimen demográfico moderno. La edad media d la madre primeriza es, en Canarias, menor q el conjunto d España.
La tasa de mortalidad presenta valores propios de país desarrollado algo envejecido (9% aprox), 7% en Canarias porq su población está menos envejecida. Las causas actuales de muertes son la prolongación d la vida y los accidentes automovilísticos (jóvenes).
España es un país con crecimiento natural casi nulo. Mad, And, Murc y Can aún tienen crecimiento. Pero Galicia, Asturias, Cast-León, Aragón y Cant tienen tasas d decrecimiento natural.
Las políticas gubernamentales intentan potenciar la natalidad como mejor medio para relanzar el crecimiento vegetativo y evitar el envejecimiento d la población. Las posibilidades reales d cambios d tendencia en los comportamientos sociales en este campo son mínimas.
ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA
Aquí los cambios son importantes y afectan a diversas variables:
Por sexo, en España residen más mujeres q hombres. La causa es el aumento d la esperanza d vida, q en las mujeres es d 6 años superior q la d los hombres. Actualmente nacen más niños q niñas, pero ni siquiera la inmigración extranjera (con mayor proporción d hombres), permite un reequilibrio.
Por estructura de edad, el 17% d la población española tiene más d 65 años. Canarias tiene el índice d envejecimiento más bajo d España y también la tasa d población joven más alta.
Los efectos dl envejecimiento a medio y largo plazo son muy graves. La protección sanitaria y d prestaciones de jubilación queda comprometida d forma muy severa. Hoy la inmigración permite solucionar temporalmente ese problema q es estructural.
En el ámbito sociolaboral, se ha producido un crecimiento d la población activa en los últimos 10 años. Hoy es casi d 20 M d personas. Las causas del crecimiento han sido la incorporación generalizada d las mujeres jóvenes al mercado laboral y la bonanza económica d la última década. Con esto se ha logrado reducir el desempleo.
Las personas trabajan en proporción diferente por sectores d actividad: muy dominante el sector terciario, frente al estancamiento dl industrial y la drástica reducción dl primario. El desarrollo tmb produjo un aumento considerable dl número d trabajadores públicos (funcionarios).
Finalmente, en la formación, el analfabetismo está prácticamente erradicado y la enseñanza obligatoria se ha extendido hasta los 16 años. Hay 1,5 M d universitarios y ½ estudiantes alcanza una titulación d bachillerato o superior. No obstante, part d la población no se adapta a las necesidades d un mercado d trabajo q exige cada vez más competencia tecnológica y una mayor cualificación. Las empresas y el propio estado invierten cada vez más dinero en la formación laboral permanente (aprendizaje just in time).
Neil Mac Lean Gariboldi
DINÁMICA NATURAL
Las fases finales d retroceso dl crecimiento natural y estancamiento demográfico se han vivido en España y Canarias con cierto retraso en relación con otros países. Hoy España cuenta con una tasa d natalidad d las más bajas del mundo (10%), con un leve repunte en los últimos años debido a la inmigración.
Más cambios se han producido en el ámbito d la fecundidad, no tanto en la general (tendencia al descenso), sino en la distribución por tramos d edad. Aumenta la edad media d contraer matrimonio y las parejas suelen tener sus hijos más tarde y en menor número.
Canarias se sitúa a la cabeza d España en tasa d natalidad y fecundidad pero dentro d los valores propios d un régimen demográfico moderno. La edad media d la madre primeriza es, en Canarias, menor q el conjunto d España.
La tasa de mortalidad presenta valores propios de país desarrollado algo envejecido (9% aprox), 7% en Canarias porq su población está menos envejecida. Las causas actuales de muertes son la prolongación d la vida y los accidentes automovilísticos (jóvenes).
España es un país con crecimiento natural casi nulo. Mad, And, Murc y Can aún tienen crecimiento. Pero Galicia, Asturias, Cast-León, Aragón y Cant tienen tasas d decrecimiento natural.
Las políticas gubernamentales intentan potenciar la natalidad como mejor medio para relanzar el crecimiento vegetativo y evitar el envejecimiento d la población. Las posibilidades reales d cambios d tendencia en los comportamientos sociales en este campo son mínimas.
ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA
Aquí los cambios son importantes y afectan a diversas variables:
Por sexo, en España residen más mujeres q hombres. La causa es el aumento d la esperanza d vida, q en las mujeres es d 6 años superior q la d los hombres. Actualmente nacen más niños q niñas, pero ni siquiera la inmigración extranjera (con mayor proporción d hombres), permite un reequilibrio.
Por estructura de edad, el 17% d la población española tiene más d 65 años. Canarias tiene el índice d envejecimiento más bajo d España y también la tasa d población joven más alta.
Los efectos dl envejecimiento a medio y largo plazo son muy graves. La protección sanitaria y d prestaciones de jubilación queda comprometida d forma muy severa. Hoy la inmigración permite solucionar temporalmente ese problema q es estructural.
En el ámbito sociolaboral, se ha producido un crecimiento d la población activa en los últimos 10 años. Hoy es casi d 20 M d personas. Las causas del crecimiento han sido la incorporación generalizada d las mujeres jóvenes al mercado laboral y la bonanza económica d la última década. Con esto se ha logrado reducir el desempleo.
Las personas trabajan en proporción diferente por sectores d actividad: muy dominante el sector terciario, frente al estancamiento dl industrial y la drástica reducción dl primario. El desarrollo tmb produjo un aumento considerable dl número d trabajadores públicos (funcionarios).
Finalmente, en la formación, el analfabetismo está prácticamente erradicado y la enseñanza obligatoria se ha extendido hasta los 16 años. Hay 1,5 M d universitarios y ½ estudiantes alcanza una titulación d bachillerato o superior. No obstante, part d la población no se adapta a las necesidades d un mercado d trabajo q exige cada vez más competencia tecnológica y una mayor cualificación. Las empresas y el propio estado invierten cada vez más dinero en la formación laboral permanente (aprendizaje just in time).
Neil Mac Lean Gariboldi
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